Crónica de viaje: Tacuba, historiantes y otras danzas
Tacuba es un municipio cuya población es de origen pipil, fundada bajo el tributario de Cuscatlán, en años posteriores a las migraciones toltecas del siglo VIII, probablemente. Se encuentra ubicada en el departamento de Ahuachapán en el occidente del país. El significado de Tacuba, en lengua nahuát, es “patio o campo de juego de pelota”. Durante la época colonial, en el año 1550, tenía unos 500 habitantes de acuerdo a Lardé y Larín (2018)
Cortés y Larraz comentaba que Tacuba perteneció al curato de Ahuachapán y que en el año 1770 tenía una población de 996 indígenas. Uno de sus mayores tesoros culturales que tuvo fue la iglesia de Santa María Magdalena, la cual sucumbió al terremoto de Santa Marta que sucedió en la madrugada del 22 de mayo de 1773. (Cf: Cortez y Larraz, 2000). También expresa que:
“…es valle árido, sin campos para siembras y solamente puede servir para pasto de ganados. El mismo valle de poniente a oriente tiene como legua y media o dos leguas, que se cierra con una gran montaña, que corre desde dicho volcán de norte a sur y a su falda están los pueblos de Ataco y Tacuba. Desde el camino que se lleva para la parroquia siguiente se ven a la falda de la misma montaña algunas fuentes llamadas Sarsoles (sic: ausoles). Estas son unos ojos de agua, que arrojan muchísimo humo y muy espeso; la agua es tan caliente, que cuece perfectamente la comida; tiene una propiedad tan extraña que si se echa en ella una piedra, salta con violencia y aun con solamente gritar cerca de ella, sucede lo mismo” (Cortez y Larraz, 1958, pág. 65)
Para 1858, Tacuba ya contaba con 844 habitantes, alojados en 304 casas de paja. Citado por Lardé y Larín, un informe del municipio de Tacuba de 1858, dice:
“Se halla este hermoso templo arruinado de calicanto, 2 calles más formadas que ahora se están reformando son las únicas, casa Grande de 15 varas amueblado, una nueva casa de escuela y un convento regular de paja”. (Lardé y Larín, 2018, pág. 535) Tuve ocasión bonita de ver el templo de Santa María Magdalena hace un par de semanas, es increíble la majestuosidad del mismo, lo que indica o hace presumir, la importancia también de la población quizá también, la riqueza de algunos habitantes para ofrecer dinero y construir esa belleza.
En Tacuba se desarrollan varias actividades de carácter cultural que forman parte del patrimonio local, así como también existen danzas diferentes a los moros y cristianos o Historiantes, quienes desarrollan sus propios relatos como un teatro popular de la calle: La Negra Sebastiana, el Torito Pinto, el Cuche de Monte y el Tigre y el Venado. Han habido en los años anteriores hasta un total de 16 cofradías, todas con actividades, sin embargo en los últimos años, eso se ha reducido. Esta conformada por 4 barrios y 14 cantones.
La fiesta de Santa María Magdalena, patrona de Tacuba, se celebra entre el 12 y el 22 de julio, fecha oficial de la festividad. Las historias que se desarrollaban por parte del grupo formado en gran medida por ancianos de avanzada edad, (por lo que se inactivó) eran:
· El Algolante (Agoland en los textos originales)
· El Cuto partideño
· El Rey Corinto y Carlomagno, el emperador
· El Rey Herodes
· El Milinze
· El Rey Narcino
· La negra Sebastiana (danza aparte)
Algunos de los bailes e historias en la tradición de Tacuba han desaparecido y, en otros casos, solo se hace notar que se han perdido los textos; algunos de ellos fueron quemados accidentalmente, hace pocos años. Esto no es exclusivo de este municipio, las cofradías han venido en descenso en el municipio de Tacuba y ellas tienen una fuerte incidencia en la tradición. Al disminuir la actividad de las cofradías también se reduce la actividad de las distintas danzas, a esto podemos agregar que algunas de las personas mayores que conocían las historias y los bailes también han emigrado hacia los Estados Unidos, y que además, los jóvenes tienen poca motivación para renovar al grupo, no parecen tener un claro interés por la cultura originaria, un asunto igualmente repetido en muchos de los pueblos ancestrales. Sobre esto, tiene una importancia crucial el avasallamiento que tenemos de cultura extranjera promovida por los medios de comunicación que reciben una enorme influencia de los Estados Unidos.