Panamá y Centroamérica

El asunto de este post es una tontería, lo sé bien, sin embargo, muchas veces me han preguntado acerca de cuál es la razón por la que, cuando se habla de Centro América se diga: “Centro América y Panamá”.

Es decir, ¿Centro Amèrica no incluye a Panamá? No ¿verdad? Porque entonces bastaría con decir Centro América y conceptualmente, uno se haría la idea de siete países -no cinco-: Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Pero no, en nuestra triste cabecita, ni Belice ni Panamá conforman la región.

Panamá es famosísima por varias razones, una de ellas es su Canal, tremendo paso de lujo desde el Atlántico (desde el Glacial Artico hasta el Antártico) hacia la Mar del Sur, o desde el Pacifíco (desde el mar de Behring, hasta el mar de Ross) hasta el Atlántico.

Ese paso ya había sido visualizado desde mucho antes, por Vasco Nuñez, que en 1513, desde la punta de un cerro miró que al otro lado, había un inmenso Oceano… lo bautizó La Mar del Sur. De hecho, un escritor magnífico de mi país, El Salvador, mi pana, Manlio, tiene una novela llamada “Cuscatlán donde bate la mar del sur”. Recomendada.

La otra razón, es como me dijo una vez Josefina Fletcher, panameña de Chiriquí, es que Panamá es cosmopolita. Kunas, se mezclan en la ciudad con árabes, gringos, europeos, africanos, asiáticos, latinos y panameños.

Tuve la ocasión -bonita- de poder visualizar desde el aire, en un viaje -varios viajes, en realidad- desde David, ciudad de Gloribel Castillo, profesora de mercadeo en la USMA de Panamá con sede en David, hasta Ciudad de Panamá, ambos Océanos de una vez. A 10,000 pies de altura, vuelo interno, ambos mares y yo, con una sensación de infinita pequeñez en un mundo enorme. No somos nada.

Claramente, Vasco Nuñez lo pensó… ¿Cómo llegar de un mar al otro con nuestras propias naos?. Lástima que le hubiese sucedido lo que a María Antonieta, que el tal Pedro Arias de Avila (Pedrarias) le haya quitado la cabeza de un hachazo -terrible y homicida como dice Miguel Hernández- y así decapitado, haya sucumbido al destino de todos los humanos: morir algún día. Como pasara con cualquiera de nosotros en algún momento, cada vez pues, mas cercano.

Magallanes lo intentó sin resultado, pero…para 1590, José de Acosta, este antropólogo de facto, y jesuita español, of course, escribió su Historia Natural y moral de las Indias, en la que expresaba que “Algunos ya hablan de excavar este terreno de seis leguas (ojo, que es un poco más que eso) y unir un mar con el otro, pero eso no es posible, porque un mar está mas alto que el otro” Esta comprobación la puede hacer hoy, cualquiera con solo detenerse una media hora en Miraflores y ver como baja un barco desde el Atlántico hacia el Pacifico. Belleza del ingenio del humano.

Los escoceses en 1698, también intentaron la construcción de un canal. llegaron y se establecieron en un sitio al que llamaron Caledonia. Tampoco pasó nada.

Con la llegada del siglo XIX, Von Humboldt pensó, otra vez, lo mismo, y España autoriza iniciar la construcción en este territorio perteneciente a la Gran Colombia (Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá). El canal podría haberse construido en Nicaragua, aprovechando el Cocibolca, gran lago que antes tenía tiburones, y en cuyas orillas mas de una ocasión me he zumbado una de Flor de Caña, con pescado en mayúsculas, por ser mayúsculo pescado.

En 1839, la republica de la Nueva Granada -Hoy, sí, Colombia- autoriza y concede la construcción del Canal a los franceses, que ya venía de construir su Canal de Suez, todo bajo el proyecto del mismo Ferdinand de Lesseps, mismo que construyó el canal allá. Todo un tipazo.

Claro, la construcción de esta obra iniciada en 1881, llevaba incluido enormes gastos y a eso debía sumarse lo díficil de la construcción por Paso de Culebra (un tramo con muchas y duras capas de terreno), las enfermedades causadas por los zancudos y mosquitos, un terremoto que daño el trabajo y lo cansado de la tarea sumado a sus problemas financieros en Francia. Total: un fracaso.

Así que la Compañía de Lesseps falla, y hay en esta historia un tipo, el ingeniero en jefe de Lesseps, de nombre Phillipe Bunau Varilla, que ofrece el proyecto a los gringos. La Concesión pasa a manos de los gringos, que pienso yo, aprovecharon los varios intentos de separación de Colombia, que los liberales panameños habían tenido.

En suma, revolución, tratado de construcción de Panamá, Estados Unidos se asientan. Jugada magistral del ajedrez mundial en busca del poder político y económico. 10 millones de dólares y una renta anual de 250,000 dólares anuales debían pagar los Estados Unidos a la nueva nación panameña.

Por otro lado, los mismos Estados Unidos han pagado a Colombia, a su presidente Pedro Nel Espina, la suma de 25 millones de dólares, que acordaron como parte de la indemnización por la construcción del canal. Colombia ya no tenía nada que ver o muy poco, mas bien.

Las finanzas colombianas estaban malas hasta la llegada de este dinerito. Es tanto el dinero -hoy, en la distancia del tiempo, no nos parece-, que Colombia solicita que expertos gringos organicen las finanzas del país.

Regresando a Panamá, los gringos se establecen, montan canal y centros de entrenamiento de soldados estadounidenses primero, y después de soldados y militares de toda América Latina.

Después de la devolución de las bases gringas y del territorio, se construyó Ciudad del Saber en el mismo centro que antes fue de entrenamiento para militares.

Debo decir que dormí una semana en ese lugar, en un apartamento de oficiales gringos, donde apenas pagué creo que 40$ diarios, en una cosa de cierto lujo: apartamento de dos pisos, alfombrado por completo, airea condicionado, tres cuartos, tele, radio, etc. Me imaginé como la pasaban los soldados u oficiales ahí, y me pareció que debieron estar re contentos, en una tierra digna que no era de ellos y donde hacían lo que les venía en gana.

Por eso, y más, es que Panamá busca que se le devuelva la soberanía del territorio, algo que solo se logra con el tratado Torrijos — Carter, en 1977, el acuerdo es la devolución en 1999. Simbólico. Hoy, el Canal es gerenciado por panameños, no importa que haya gringos trabajando, pero es panameño, los gringos son empleados ahí. ¿Qué es Panamá entonces? Centro América, a partir de Torrijos, Panamá es Centro América. Torrijos la regresó.