¿Quién es el dueño de la pelota?

Una historia sobre el ejercicio del poder

Juro que es cierto el cuento.

En mi colonia, donde viví de niño, siempre jugábamos al futbol callejero, en el cruce de la 27 avenida y la calle central, en la Cucumacayan, que hoy día, no es ni la sombra de aquel barrio alegre, lleno de cipotes y cipotas, donde nos dimos el primer beso, el primer trago, el primer pleito, el primer “arropamiento”. Hoy es un cuchitril, cada vez mas feo.

Jugando futbol, había uno de nuestros amigos que era determinante entre todos: mi broder, Miguel, el chele Carlos, Vladimiro, talapo (Meme), el otro Carlos (qddg), el Chino, Wilfredo, el peche, en fin… Uno de ellos era el dueño de la pelota, desde luego era infaltable para estar en el partido chamusquero de las siete de la noche. Lo íbamos a traer a su casa, pedíamos permiso a sus papás que siempre pensaron que su hijo era excelente jugador y nos hacía falta.

El llevaba la pelota, y sin él, no podríamos jugar. Quizá podíamos jugar con pelota de plástico que vendía la niña Ela en la tiendita de la 27 avenida, pero no sería lo mismo que jugar con pelota de cuero, número 5, este chico además se tomaba el atrevimiento de dcir quienes jugarían y quienes no, era algo “Quico”, el del chavo del ocho. Lo más jodido venía cuando a eso de las diez de la noche, todos sudados y con olor a burro troteado, la mamá de este muchacho (que recién había terminado de ver la telenovela en el canal del circuito, el 2) lo llamaba para “meterlo para adentro”. Nos quedábamos sin pelota, y ya no podíamos jugar. El poder de la pelota.

Eso me viene a la mente, pues ya me he puesto a pensar quien es el dueño de la pelota en el caso de nuestra sociedad, si este poder es de aquí o es de “allá”, si nos dejará jugar a todos o solo jugaran o jugaremos algunos, y si nos impondrá las reglas del juego. ¿Qué pasará cuando decida que ya se va a dormir y se lleve la pelota?

Nosotros podíamos identificar muy bien, al dueño de la pelota, hoy día nos cuesta mas identificar si el dueña de la pelota es solo uno o son varios, si vive aquí o si ha llegado, y si su pelota es de cuero o es de plástico.

Quizá no sepamos suficiente, por ahora, quién es el dueño del balón.