Relación breve y verdadera de las muchas cosas que le sucedieron al Padre Fray Alonso Ponce, en las provincias de la Nueva España siendo Comisario General de aquellas partes, tratándose algunas particularidades de aquella tierra y dicese, su ida a ella y vuelta a España, con algo de lo que en el viaje le aconteció hasta volver a su provincia de Castilla
Redactado probablemente por Fray Antonio de Cibdad Real
Atravesando el actual El Salvador hacia Nicaragua[1]. Pgs. 320–332 año 1584
Allí en Xalpetlauac[2] estuvo muy indispuesto el
secretario del padre Comisario, con una recia calentura,
demás de otra que habia tenido la noche antes en Los
Esclavos[3], y por este respecto determinó el padre Comisario
de ir por Zonzonate para dejársele allí á curar si
pasase adelante la enfermedad, aunque esto no hubo
efecto como presto se verá[4]. Hubo aqestuiodos y acauella noche gran
tempestad de agua, truenos y relámpagos[5], recogiéronse
todos á la iglesia, porque no habia otra parte donde poder
dormir en todo el pueblo.
Jueves ocho de Mayo
Salió muy de madrugada de
aquel pueblo el padre Comisario, y pasado un riachuelo
y muchos arroyos secos y una mala cuesta, y tras ella
otra peor que llaman el Melonar del Obispo[6], que es un
cerro muy alto de mala subida y peor bajada lleno de
peñas y peñascos á que llaman melones, y andadas tres
leguas, llegó á un rio llamado de Aguachapa[7], y por otro
nombre Rio Grande, porque lo es aunque entonces no
llevaba agua demasiada, y así le vadeó muy bien. Poco
antes de llegar á aquel rio descubrió uno de los compañeros,
entre dos luces, un animalejo de aquellos zorrillos
que (como dicho queda atrás) hieden mucho, aunque
son muy vistosos, y sin conocerle llegó inadvertidamente
tan cerca del, que el zorrillo echó aquel vapor,
humo ó orina en los pies de la bestia en que iba,
de tal manera que cabalgadura y silla, y el manto del
que iba encima, quedó inficionado y hedió todo aquel
dia de un hedor tan malo y penetrativo, que no habia
quien se le llegase cerca sin recebir pena muy grande
con tan mal olor.
Pasado el rio de Aguachapa, por la enfermedad de
su secretario tomó el padre Comisario el camino de Zonzonate,
aunque se rodeaban por allí algunas leguas, para
ir á San Salvador, camino de Nicaragua, y así andadas
tres leguas en que se suben algunas cuestas y se pasa
una venta junto á una lagunilla[8], llegó á un bonito pueblo
llamado Auachapa[9], de los mesmos indios y Obispado,
en que residía un clérigo muy devoto de nuestro hábito,
el cual recibió al padre Comisario en su casa y le
hizo mucha caridad y regalo. Hácense en aquel pueblo
tinajas, cántaros y cantarillas y jarros de barro colorado,
muy bueno todo y muy curioso[10]. El clérigo, porque
el padre Comisario no rodease tanto en ir por Zonzonate,
se ofreció á curar allí en su casa al enfermo, el cual
entendido esto, en solo pensar que se habia de quedar
alli sin compañía de frailes, le sobrevino una tan recia
angustia, y tras ella tanta evacuación de cólera, que se
sintió casi bueno dentro de pocas horas, y sin gana de
quedarse allí y sin necesidad de ir á Zonzonate, y asi
también el padre Comisario dejó la ida á aquella villa
para la vuelta de Nicaragua, y siguió su camino derecho
desde Auachapa.
Viernes nueve de Mayo
Salió el padre Comisario de
aquel pueblo, con una grande obscuridad, mucho antes
que amaneciese, halló el camino muy mojado porque
aquella noche habia llovido mucho; llevaba por guía un
indio de á pié, el cual aunque con alguna duda, anunció
luego el agua que quería venir. Andada como media legua
cayó un aguacero, y tras aquel otro y otro y otros,
y era tan cierto el indio en conocer la venida del agua,
que como él decia así sucedía; mojóse muy bien el padre
Comisario, porque no tenia reparo con que defenderse
de la agua, ni donde se poder recoger y guarecer,
no se vía otra cosa en aquellas tinieblas y obscuridad
mas de lo que la lumbre y claridad de los relámpagos
descubrían, los cuales eran tantos y tan á menudo venían,
que unos á otros se alcanzaban; quiso Nuestro Señor
que al tiempo que comenzaba á caer un aguacero
muy recio llegó el padre Comisario á una estancia del
mesmo clérigo de Auachapa, dos leguas de aquel lugar,
en la cual se metió y libró con sus compañeros de aquel
aguacero y de otros que tras del cayeron, que no fué
pequeño remedio y beneficio. Allí durmió un rato en el
suelo sobre un petate, y lo mesmo hicieron los compañeros,
y á los que faltaron petates sobraron haces de
paja, pero todos reposaron poco por estar como estaban
mojados. Siendo ya de día y habiendo cesado el agua,
salió el padre Comisario de aquella estancia, y andada
una legua pasó á vista de un poblecíto llamado Tiquízaya[11],
de los mesmos indios y Obispado, visita de clérigos.
y andadas oirás dos leguas de buen camino, llegó á otro
pueblo grande de los mesmos indios , Obispado y visita
llamado Chalchuapan[12], donde reside un clérigo, con
el cual se detuvo como un credo cantado, y luego volvió
á proseguir su viage.
Habia en aquel pueblo muchos árboles de xícaras[13],
los cuales son medianos, de hojas pequeñitas que cubren
mal las ramas, la fruta que llevan es á manera de
calabazas medianas, muy redondas y pegadas por el pezón
al mesmo tronco y grueso de las ramas, como las
Imagen 2- Morro trabajado como artesanía
El morro sirve para hacer distintos tipos de recipientes, a veces también se usa el ayote para elaborar otro tipo de recipientes
mazorcas del cacao, á estas las curan, y aserradas por
medio, como de ordinario se corta una naranja, hacen
de cada una dos que sirven de escudillas, cazuelas y tazas,
y de otros vasos en que beben el chocolate y otras
bebidas del cacao; este es el servicio común de los indios
y de los negros[14] y aun de españoles pobres, llámanse en
la lengua mexicana xicalli, y corrupto el vocablo se dice
xícara, hácense algunas destas muy curiosas, raidas y
pintadas, las cuales tienen en mucho en lo de México,
también las aderezan sin partirlas, á manera de frascos[15],
con su boca y respiradero para echar agua, vino, vinagre
y otros licores; sin estas se hacen en la Nueva España,
especial en lo de Michoacan, otras xícaras muy
grandes como fuentes y platos grandes, las cuales no
son de árboles, sino cierto género de calabazas muy
grandes, que cogidas de sus matas y cortadas por medio
y curadas les dan un barniz y las pintan y venden muy
caras, y llévanlas á México y á otras partes de la Nueva
España.
Prosiguiendo el padre Comisario su camino, luego
como se despidió del clérigo de Chalchuapan, y andadas
dos leguas de buen camino, llegó á comer á otro bonito
pueblo llamado Santa Ana[16], de los mesmos indios y Obispado,
beneficio de otro clérigo muy devoto, el cual con
el guardián de Zonzonate le salió á recebir, y ellos dos y
los indios le hicieron mucha fiesta y candad; llovió aquella
tarde y noche mucho, y hubo una tempestad de truenos
y relámpagos tan terrible que á todos puso miedo.
Entre Auachapa y Tiquizaya hay á la banda del Sur,
en una ladera de una muy alta sierra[17], muchas fuentes
y manantiales de agua caliente[18], que continuamente
echan de sí humo muy espeso que se ve desde muy lejos;
toda esta agua se hunde en sus mesmos nacimientos,
y por debajo de tierra va á salir de la otra parte del
camino real, á la banda del Norte, y de ella se hace un
rio de agua tan caliente, que si en ella cae alguna cosa
de carne la cuece y deshace muy en breve, después un
poco mas abajo, entra aquel agua en el rio de Aguachapa,
donde pierde su fuerza y calor.
Imagen 3: Ahuachapán, los ausoles
Sábado diez de Mayo
Pasada el agua y tempestad sobredicha,
salió el padre Comisario de aquel pueblo de
Santa Ana, muy de madrugada, y pasado allí junto á
las casas por una puente de piedra un buen arroyo con
que riegan los indios sus cacauatales, y después pasadas
algunas barranquillas de malos pasos y otro arroyo, y
andadas dos leguas, llegó, aun todavía de noche, á otro
pueblo llamado Coatepec[19], de los mesmos indios pipiles,
y del mesmo Obispado y visita. Pasó de largo, y pasadas
otras muchas barrancas y cuestas, que con el agua que
había caido aquella noche en tanta cantidad estaban muy
malas, pasó dos riachuelos, el uno dos veces y el otro
una sola[20], pero con mucho trabajo, dificultad y peligro
porque iba de avenida, y había robado tanto la tierra
que no había por donde entrar en él, ni después de entrado por donde salir, pero allí le pasó con el favor
de Dios, y andadas cinco leguas llegó á un rio grande[21]
que llaman de Nexapa[22], que á la sazón iba muy crecido
y llevaba el agua muy turbia y hedionda; pasóle con trabajo,
porque daba el agua á los bastos y llevaba rocíala
corriente, una cabalgadura estuvo por dos veces muy
á punto de caer en medio del rio con el que iba en ella,
pero el Señor le libró y salió sin lesión alguna, aunque
muy mojado; andada después otra legua llegó al pueblo
de Nexapa, de los mesmos indios visita y Obispado,
y de muy poca vecindad, vino allí á darle de comer el guardián
de San Salvador, con el cual se detuvo en aquel lugar
todo aquel dia y noche. Hay por alli muchos murciélagos,
que de noche, si se descuidan en dejar los pies
descubiertos, suelen picar muy subtilmente, y sin sentir
sacan el bocado redondo y tras él sale mucha sangre.
Domingo once de Mayo
Madrugó mucho el padre
Comisario, y andada una legua con una noche muy obscura
se halló en un pueblo llamado Quetzaltepec[23],
Imagen 4: Quezaltepeque, foto antigua
de los mesmos indios. Obispado y visita, donde temiendo el
agua que comenzaba á caer se recogió en una casa de
paja, y aunque salió una vez pareciéndole que era tiempo,
volvióle otra vez á la choza el agua que comenzaba
á arreciar, hasta que visto que cesaba comenzó á caminar
de propósito, y andadas dos leguas, en que se pasan
dos riachuelos, llegó al amanecer á otro pueblo llamado
Pocpan[24],
Imagen 4. Apopa
de los mesmos indios, Obispado y visita : pasó
de largo, y andadas otras dos leguas y pasadas en
ellas muchas cuestas y una estancia y muchas milperías,
visita de los dominicos de San Salvador, llegó á decir
misa á nuestro convento de la mesma cibdad de San
Salvador, que está antes de entrar en el pueblo junto á
las primeras casas: salióle á recebir nuestro síndico, que
era regidor de aquella cibdad , después acudió el alcalde[25]
mayor y regimiento á verle y desculparse de no haber
salido al recebimiento , diciendo que no pensaban
que llegara tan de mañana, y que por eso estaban descuidados.
Allí comió el padre Comisario y no se detuvo
mas de hasta la tarde.
Imagen 5. Plano de San Salvador
De como el padre Comisario prosiguió su viage hasta entrar
en el Obispado de Nicaragua y llegar al Viejo.
Estos indios mejicanos pipiles, de quien se ha tratado,
es gente muy devota de nuestros frailes y de las cosas
de la iglesia , son dóciles , domésticos y serviciales
y llegan desde el pueblo de los Esclavos hasta el río de
Lempa , hablan la lengua mejicana corrupta, pero entiéndenla
muy bien: destos hay en aquello de San Salvador
muchos, y algunos dellos están en cargo de nuestros
frailes y acuden á nuestro convento, del cual se
dirá adelante cuando se trate de la visita de aquella provincia,
que al presente lleva mucha prisa el padre Comisario; el cual el
mesmo domingo en la tarde, once de
Mayo, habiéndole dado el síndico un mulato esclavo
suyo que le guiase hasta la cibdad de San Miguel , y le
acompañase hasta Nicaragua, salió de San Salvador como
á las tres, y pasado un arroyo al salir del pueblo, y
después muchas casas y milperias de indios, y andada
una legua de cuestas arriba, llegó á un poblecito pequeño
llamado Cotacuxca[26], de los mesmos indios y Obispar>
do, de la guardianía de San Salvador: salióle á recebir
lodo el pueblo puestos en procesión, con su cruz, y ofreciéronle
pan y granadas , pasó de largo después de habérselo
agradecido, y andada otra legua llegó temprano
á otro poblecito de los mesnios indios, Obispado y guardianía,
llamado Tetzacuango[27], donde fué recebido de la
mesma manera, y se le hizo mucha caridad y regalo:
descansó allí aquella noche y acudieron murciélagos
mordedores como los de Nexapa y mordieron á uno de
los compañeros, al cual también habían mordido otros
en el mesmo Nexapa y sacádole mucha sangre.
Lunes doce de Mayo
Salió el padre Comisario de madrugada
de aquel pueblo, y luego subió y bajó una cuesta
muy alta, pasando á la bajada muchos malos pasos,
y andadas dos leguas llegó antes que amaneciese á un
buen pueblo llamado Olocuilta, beneficio de un clérigo
de los mesmos indios y Obispado: á la entrada del pueblo
comenzó á caer un aguacero tan recio que fué menester
alargar el paso y recogerse en casa del clérigo
para poderse defender de su furia.
Imagen 6. Olocuilta, vía tejera
No estaba allí el beneficiado, durmió el padre Comisario en una sala
en el suelo, sobre el manto, hasta que pasó el agua y amaneció
y lo mesmo hicieron los compañeros. Había por aquellos
pueblos gran hambre, y para remediarla algún tanto
comían los indios de unas hormigas grandes[28] que
hay en aquella tierra, las cuales vio el padre Comisario
aquella madrugada en Tetzacuango, y que andaban los
indios con lumbre á caza dellas para comerlas y venderlas
en los tiánguez.
Siendo ya de día salió el padre Comisario el mesmo
lunes de aquel pueblo, con una agua menuda, y pasadas
muchas cuestas y barrancas, y andada legua y media
llegó á un pueblo pequeño llamado Tacpan[29], de los mesmos
indios y Obispado, visita del mesmo clérigo; pasó
de largo y bajadas muchas cuestas de no muy buen camino
y pasado un rio, llegó á otro pueblo, visita también
de clérigos, de los mesmos indios y Obispado, llamado
Xalotzinagua[30], media legua de Tacpan: pasó también adelante,
y por un camino llano y por unas dehesas y prados
muy vistosos de la costa del mar del Sur, llenos de ganado
mayor, andadas tres grandes leguas en que se pasan tres
rios, el uno de los cuales es grande y se llama Xiboga[31],
y un arroyo con que se riegan los cacautales, llegó el
padre Comisario á otro gran pueblo llamado Santiago Nonalco[32],
de los mesmos indios y Obispado, beneficio de otro
clérigo, el cual no estaba allí, pero en sabiendo su llegada
vino por la posta aquella tarde y le regaló mucho,
y hizo mucha caridad, que era muy devoto; detúvose
allí el padre Comisario todo aquel dia. Junto al pueblo de Tacpan.
sobredicho, cerca del mesmo camino, ala
banda del Norte, hay un pedazo de tierra en una hondura
tan profunda é inaccesible, que es imposible llegar allí
cosa viva sino fuese por milagro, Llamánle los vecinos
de aquella comarca la tierra Santa, pero ninguno habrá
tan desesperado que quiera sacar reliquias della, porque
será imposible salir con ello.
Imagen 7. Santiago Nonualco
Martes trece de Mayo
Salió el padre Comisario de
aquel pueblo muy de madrugada, y andada legua y media
en que se pasan dos arroyos, llegó muy de noche á
otro pueblo llamado San Juan Nonalco, de los mesmos
indios. Obispado y visita; pasó de largo, y pasado otro
arroyo y algunas barrancas, y andada media legua, llegó
antes que amaneciese á otro pueblo grande de los mesmos
indios, Obispado y visita, llamado Zacatecoluca, en
que residen algunos españoles, junio al cual á la banda
del Norte está un volcan muy alto llamado de Zacatecoluca[33].
Pasó el padre Comisario también de largo por aquel
pueblo, y caminando por un atajo llegó aun de noche á
una estancia que se dice de Lobo, en la cual anduvo perdido
un buen espacio de tiempo, y se detuvo otro tanto
en pasar un atolladero porque estaba malo y dificultoso.
El camino de aquel atajo y aun todo el que el padre Comisario
llevó desde San Salvador hasta allí no se puede
andar en tiempo de invierno por las muchas aguas, ciénagas
y rios, y asi á la vuelta, que era este tiempo,
echó por otra parte, como después se dirá. Pasado el atolladero
sobredicho y aquella estancia, salió al camino
real, y pasadas otras algunas estancias y cinco ó seis arroyos
y un riachuelo, llegó alto ya el sol, al rio de Lempa,
cuatro leguas de Zacatecoluca. Es aquel rio poderosísimo,
críanse en él muchos y muy disformes lagartos;
pasóle el padre Comisario por una barca que halló á punto,
y subida después una cuesta y pasadas unas casas ó
venta que están junto al mesmo rio, prosiguió su viage,
y andada legua y media, en que se pasan algunas barrancas
y dos riachuelos, llegó muy cansado y fatigado
del sol á un poblezuelo del mesmo Obispado, visita de
clérigos, llamado Oxucar[34], donde ni hubo que comer ni
aun agua que beber, sino mala y hecha un caldo. Los indios
de aquel pueblo y de otros muchos de aquella comarca
hablan una lengua llamada potona, diferente de
la pipil, y desde allí hasta un pueblo que se dice Eleuayquin,
es tierra muy fértil y abundante de cacao, algodón
y maíz, y tanto que de ordinario acude cada hanega de
sembradura con ciento y sesenta y más: corre aquella
tierra por la costa del mar del Sur, y hay por allí muchas estancias de
ganado mayor. Pasada con mucho trabajo
la siesta y furia del sol en aquel pueblo de Oxucar,
prosiguió su camino el padre Comisario, y andadas dos
leguas largas, con un sol que abrasaba las entrañas, llegó
á un pueblo mediano de los mesmos indios potones
y de la mesma visita de clérigos y del mesmo Obispado,
llamado Auacayo[35], donde se le hizo mucha caridad y regalo.
Miércoles catorce de Mayo
Salió de madrugada de
Auacayo, y andada media legua pasó por otro pueblo de
los mesmos indios. Obispado y visita, llamado Xiquilisco[36],
y andadas después dos leguas y media de camino
llano, llegó á otro llamado Ozolutlan[37], de los mesmos indios,
visita y Obispado; pasó de largo, y siendo aun de
noche y no pudiendo vencer el sueño, se recostó en el
mesmo camino, el suelo por cama, y durmió un poco,
luego volvió á su tarea, y andada media legua, pasó de
largo por otro pueblo llamado Santa María, de los mesmos
indios, visita y Obispado. Junto á este pueblo, una
quebrada ó barranca en medio, está otro poblezuelo de
indios que hablan la lengua mexicana y es visita de
nuestro convento de San Miguel y cae en el mesmo Obispado
y llamase “Los Mexicanos’’[38]. También pasó por este
de largo el padre Comisario cuando ya amanecía, y
andada otra media legua, pasó por otro de indios potones
llamado Ereuaiquin[39] , del mesmo Obispado y de la
guardianía de San Miguel; y finalmente, andada otra legua
en que se pasan dos arroyos, dejando la cibdad de
San Miguel á la banda del Norte, una legua apartada del
camino, llegó á otro pueblo de los mesmos indios potones,
Obispado y guardianía, llamado Xiriualtique[40]; estaban
los indios en sus cacaua tales, pero sabida su llega551
da acudieron luego algunos y diéronle de comer pargos
frescos, pescado muy regalado en aquella tierra.
En aquella guardiania de San Miguel, demás de aquel
pueblo llamado como dicho es Xiriualtique, hay otros
muchos cuyos nombres se acaban en el mesmo consonante,
pénense aquí porque al poeta que los leyere no
le falten consonantes para alambique, alfeñique, pique y
repique y otros. Los pueblos son los siguientes: Amanlique,
Zapatique, Cingaltique[41], Golacatique, Culuantique,
Chapeltique, Yayantique, Langatique, Lolontique, Quinlocatique,
Torotique, Tocorrostiqne[42], Valamatique, Vaxcatique,
Xauatique[43] y Vaymetique. En este último, según
contó fray Alonso de Sonseca, el diílnidor que
iba con el padre Comisario, el cual había sido guardián
allí en San Miguel, hay gran suma de palomas
como las de España, las cuales en el verano van á comer
á unos zacatales ó herbazales de la semilla que llevan,
que parece á la avena, y después de hartas se van á
sestear sobre los árboles; acuden allí los indios en la
mayor fuerza de el sol y vánlas ojeando y espantando, y
ellas huyendo poco á poco de árbol en árbol llegan á la
sabana donde no hay árboles y caen allí cansadas entre
las yerbas y cógenlas los indios vivas: caza por cierto
muy vistosa y no menos provechosa.
Aquel mesmo miércoles en la tarde, catorce de Mayo,
pasado un buen aguacero salé el padre Comisario de
Xiriualtique como á las cuatro, y andadas cinco leguas,
las tres deltas y más por camino llano , por unas sabanas
bien cerca de un volcan muy grande que llaman de
San Miguel, llegó á las diez de la noche á otro pueblo
pequeño de los mesmos indios. Obispado y guardiania,
llamado Elenuayquin, donde el guardián do San Miguel
y el de otro que se dice Nacaome[44], le recibieron con mucha
solemnidad. Salieron los indios á aquella hora en
procesión con cruz y ciriales y con candelas blancas encendidas
en las manos.
Imagen 8. Ruta de Fray Alonso Ponce
Notas:
[1] Todas las notas al pie de página y las imágenes de referencia han sido creadas o insertadas por Julio Martínez, para popularizar un texto que, generalmente es una lectura de estudiosos y académicos humanistas.
[2] Xal, atl Patlahuac: El río Ancho, actual municipio de la zona oriental de Guatemala conocido como Jalpatagua.
[3] El sitio debe su nombre a la esclavitud que Pedro de Alvarado hizo de los xincas en este lugar, para luego proseguir al actual El Salvador “…estos indígenas fueron los primeros esclavos formalmente hechos por los conquistadores, en el paraje que actualmente lleva ese nombre precisamente, por su patriótica defensa y obstinada resistencia ante el conquistador”. Tesis La influencia de los juguetes bélicos y juegos violentos en la conducta de los estudiantes de la Escuela Oficial de Párvulos, aldea Los Esclavos, municipio de Cuilapa, Departamento de Santa Rosa, 2013: 25 Solares Solares, C., USAC, Guatemala
[4] En realidad, no pudo lograr de inmediato su visita a Sonsonate
[5] Son las primeras lluvias de invierno, que generalmente comienza en las dos primeras semanas de mayo. Este invierno parece iniciar con un pequeño temporal, como veremos adelante.
[6] “El Melonar” se encuentra ubicado entre Jalpatagua y Valle Nuevo, flanqueado por la “Finca Agua tibia” y “El Coyol”
[7] Ahuachapán actual, el río referido es el Río Paz, a quien Pedro de Alvarado llamó también “Pasaco”
[8] Seguramente la actual Laguna del Espino
[9] Ahuachapán actual
[10] La tradición artesanal en cerámica, se ha perdido, la llegada del café ha logrado que muchas artesanías sean en madera, la cuál se trabaja muy bien en la producción de sillas, mesas, lámparas y otros utensilios.
[11] Atiquizaya: Lugar de muchas aguas, Lugar de ríos o manantiales
[12] Chalchuapa, Lugar del Jade
[13] Jícaras o morros
[14] Chalchuapa, ha sido evidenciado en diferentes textos como un pueblo con negros.
[15] Ayotes
[16] Nombre originario: Sihuatehuacan, o lugar de sacerdotisas
[17] La sierra Apaneca-Ilamatepeq
[18] Los ausoles, ahora explotados por la Geo como fuente de energía eléctrica
[19] Actual pueblo de Coatepeque, sobre la carretera antigua a Santa Ana
[20] Quizás el Río de Amayo y el Río Sucio, ambos cruzan actualmente la zona
[21] Río Sucio
[22] Nejapa se ubicaba entonces cerca de Opico, mueve posteriormente su ubicación a la actual en el año 1658, en una de las erupciones del volcán Quezaltepeq, Jabalí o San Salvador.
[23] En aquella época, Quezaltepeque, estaba al norte de Nejapa.
[24] Actual Apopa
[25] ¿Gómez de la Reguera?
[26] Cutacuzcat, actual San Marcos, uno de los tres pueblos Texacuangos junto con Santo Tomás, y Santiago.
[27] Posiblemente Santo Tomás o Santiago
[28] La interpretación de Fray Alonso, es que los indígenas comían zompopos de mayo u hormigas chicatanas, porque no tenían como alimentarse, sin embargo la ingesta de insectos era y sigue siendo aun, una costumbre de los pueblos mesoamericanos, aunque ya en El Salvador, no se comen (abiertamente)
[29] Talpa
[30] Media legua delante de Talpa, un pueblo ya extinto
[31] Río Jiboa
[32] Nonualco
[33] Chichontepec, también llamado Iztepeque
[34] Oxucar ya es pueblo extinto
[35] Hoy Finca y Cantón Aguacayo, al oeste de Jiquilisco en Usulután
[36] Jiquilisco
[37] Usulután
[38] Uno de los tres pueblos de indígenas mejicanos establecidos en el territorio, como resultado del asentamiento de los acompañantes de Pedro de Alvarado. Los pueblos llamados Mejicanos se encontraban en Sonsonate, San Salvador y San Miguel.
[39] Ereguayquín
[40] Pueblo ya extinto, no corresponde a “Sirigualtique” antiguo nombre dado al actual Puerto El triunfo
[41] Actualmente un cantón de Chapeltique
[42] “En el cantón El Maguey, a 1k al Sur de Guatajiagua, están las ruinas de Potorrostique o Tocorrostique, pueblo lenca que en 1549 tenía .unos 850 habitantes”. Alcaldía municipal de Guatajiagua, 2020: 5
[43] Probablemente un pueblo extinto en el área protegida Chaguantique, en Jiquilisco, Usulután
[44] Honduras