Relación breve y verdadera de las muchas cosas que le sucedieron al Padre Fray Alonso Ponce, en las provincias de la Nueva España siendo Comisario General de aquellas partes, tratándose algunas particularidades de aquella tierra y dicese, su ida a ella y vuelta a España, con algo de lo que en el viaje le aconteció hasta volver a su provincia de Castilla

Contracorriente
18 min readSep 22, 2021

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Redactado probablemente por Fray Antonio de Cibdad Real

Atravesando el actual El Salvador hacia Nicaragua[1]. Pgs. 320–332 año 1584

Allí en Xalpetlauac[2] estuvo muy indispuesto el

secretario del padre Comisario, con una recia calentura,

demás de otra que habia tenido la noche antes en Los

Esclavos[3], y por este respecto determinó el padre Comisario

de ir por Zonzonate para dejársele allí á curar si

pasase adelante la enfermedad, aunque esto no hubo

efecto como presto se verá[4]. Hubo aqestuiodos y acauella noche gran

tempestad de agua, truenos y relámpagos[5], recogiéronse

todos á la iglesia, porque no habia otra parte donde poder

dormir en todo el pueblo.

Jueves ocho de Mayo

Salió muy de madrugada de

aquel pueblo el padre Comisario, y pasado un riachuelo

y muchos arroyos secos y una mala cuesta, y tras ella

otra peor que llaman el Melonar del Obispo[6], que es un

cerro muy alto de mala subida y peor bajada lleno de

peñas y peñascos á que llaman melones, y andadas tres

leguas, llegó á un rio llamado de Aguachapa[7], y por otro

nombre Rio Grande, porque lo es aunque entonces no

llevaba agua demasiada, y así le vadeó muy bien. Poco

antes de llegar á aquel rio descubrió uno de los compañeros,

entre dos luces, un animalejo de aquellos zorrillos

que (como dicho queda atrás) hieden mucho, aunque

son muy vistosos, y sin conocerle llegó inadvertidamente

tan cerca del, que el zorrillo echó aquel vapor,

humo ó orina en los pies de la bestia en que iba,

de tal manera que cabalgadura y silla, y el manto del

que iba encima, quedó inficionado y hedió todo aquel

dia de un hedor tan malo y penetrativo, que no habia

quien se le llegase cerca sin recebir pena muy grande

con tan mal olor.

Pasado el rio de Aguachapa, por la enfermedad de

su secretario tomó el padre Comisario el camino de Zonzonate,

aunque se rodeaban por allí algunas leguas, para

ir á San Salvador, camino de Nicaragua, y así andadas

tres leguas en que se suben algunas cuestas y se pasa

una venta junto á una lagunilla[8], llegó á un bonito pueblo

llamado Auachapa[9], de los mesmos indios y Obispado,

en que residía un clérigo muy devoto de nuestro hábito,

el cual recibió al padre Comisario en su casa y le

hizo mucha caridad y regalo. Hácense en aquel pueblo

tinajas, cántaros y cantarillas y jarros de barro colorado,

muy bueno todo y muy curioso[10]. El clérigo, porque

el padre Comisario no rodease tanto en ir por Zonzonate,

se ofreció á curar allí en su casa al enfermo, el cual

entendido esto, en solo pensar que se habia de quedar

alli sin compañía de frailes, le sobrevino una tan recia

angustia, y tras ella tanta evacuación de cólera, que se

sintió casi bueno dentro de pocas horas, y sin gana de

quedarse allí y sin necesidad de ir á Zonzonate, y asi

también el padre Comisario dejó la ida á aquella villa

para la vuelta de Nicaragua, y siguió su camino derecho

desde Auachapa.

Viernes nueve de Mayo

Salió el padre Comisario de

aquel pueblo, con una grande obscuridad, mucho antes

que amaneciese, halló el camino muy mojado porque

aquella noche habia llovido mucho; llevaba por guía un

indio de á pié, el cual aunque con alguna duda, anunció

luego el agua que quería venir. Andada como media legua

cayó un aguacero, y tras aquel otro y otro y otros,

y era tan cierto el indio en conocer la venida del agua,

que como él decia así sucedía; mojóse muy bien el padre

Comisario, porque no tenia reparo con que defenderse

de la agua, ni donde se poder recoger y guarecer,

no se vía otra cosa en aquellas tinieblas y obscuridad

mas de lo que la lumbre y claridad de los relámpagos

descubrían, los cuales eran tantos y tan á menudo venían,

que unos á otros se alcanzaban; quiso Nuestro Señor

que al tiempo que comenzaba á caer un aguacero

muy recio llegó el padre Comisario á una estancia del

mesmo clérigo de Auachapa, dos leguas de aquel lugar,

en la cual se metió y libró con sus compañeros de aquel

aguacero y de otros que tras del cayeron, que no fué

pequeño remedio y beneficio. Allí durmió un rato en el

suelo sobre un petate, y lo mesmo hicieron los compañeros,

y á los que faltaron petates sobraron haces de

paja, pero todos reposaron poco por estar como estaban

mojados. Siendo ya de día y habiendo cesado el agua,

salió el padre Comisario de aquella estancia, y andada

una legua pasó á vista de un poblecíto llamado Tiquízaya[11],

de los mesmos indios y Obispado, visita de clérigos.

y andadas oirás dos leguas de buen camino, llegó á otro

pueblo grande de los mesmos indios , Obispado y visita

llamado Chalchuapan[12], donde reside un clérigo, con

el cual se detuvo como un credo cantado, y luego volvió

á proseguir su viage.

Habia en aquel pueblo muchos árboles de xícaras[13],

los cuales son medianos, de hojas pequeñitas que cubren

mal las ramas, la fruta que llevan es á manera de

calabazas medianas, muy redondas y pegadas por el pezón

al mesmo tronco y grueso de las ramas, como las

Imagen 2- Morro trabajado como artesanía

El morro sirve para hacer distintos tipos de recipientes, a veces también se usa el ayote para elaborar otro tipo de recipientes

mazorcas del cacao, á estas las curan, y aserradas por

medio, como de ordinario se corta una naranja, hacen

de cada una dos que sirven de escudillas, cazuelas y tazas,

y de otros vasos en que beben el chocolate y otras

bebidas del cacao; este es el servicio común de los indios

y de los negros[14] y aun de españoles pobres, llámanse en

la lengua mexicana xicalli, y corrupto el vocablo se dice

xícara, hácense algunas destas muy curiosas, raidas y

pintadas, las cuales tienen en mucho en lo de México,

también las aderezan sin partirlas, á manera de frascos[15],

con su boca y respiradero para echar agua, vino, vinagre

y otros licores; sin estas se hacen en la Nueva España,

especial en lo de Michoacan, otras xícaras muy

grandes como fuentes y platos grandes, las cuales no

son de árboles, sino cierto género de calabazas muy

grandes, que cogidas de sus matas y cortadas por medio

y curadas les dan un barniz y las pintan y venden muy

caras, y llévanlas á México y á otras partes de la Nueva

España.

Prosiguiendo el padre Comisario su camino, luego

como se despidió del clérigo de Chalchuapan, y andadas

dos leguas de buen camino, llegó á comer á otro bonito

pueblo llamado Santa Ana[16], de los mesmos indios y Obispado,

beneficio de otro clérigo muy devoto, el cual con

el guardián de Zonzonate le salió á recebir, y ellos dos y

los indios le hicieron mucha fiesta y candad; llovió aquella

tarde y noche mucho, y hubo una tempestad de truenos

y relámpagos tan terrible que á todos puso miedo.

Entre Auachapa y Tiquizaya hay á la banda del Sur,

en una ladera de una muy alta sierra[17], muchas fuentes

y manantiales de agua caliente[18], que continuamente

echan de sí humo muy espeso que se ve desde muy lejos;

toda esta agua se hunde en sus mesmos nacimientos,

y por debajo de tierra va á salir de la otra parte del

camino real, á la banda del Norte, y de ella se hace un

rio de agua tan caliente, que si en ella cae alguna cosa

de carne la cuece y deshace muy en breve, después un

poco mas abajo, entra aquel agua en el rio de Aguachapa,

donde pierde su fuerza y calor.

Imagen 3: Ahuachapán, los ausoles

Ausol en Ahuachapan, 1885, de “La geografía universal” de Eliseé Reclus

Sábado diez de Mayo

Pasada el agua y tempestad sobredicha,

salió el padre Comisario de aquel pueblo de

Santa Ana, muy de madrugada, y pasado allí junto á

las casas por una puente de piedra un buen arroyo con

que riegan los indios sus cacauatales, y después pasadas

algunas barranquillas de malos pasos y otro arroyo, y

andadas dos leguas, llegó, aun todavía de noche, á otro

pueblo llamado Coatepec[19], de los mesmos indios pipiles,

y del mesmo Obispado y visita. Pasó de largo, y pasadas

otras muchas barrancas y cuestas, que con el agua que

había caido aquella noche en tanta cantidad estaban muy

malas, pasó dos riachuelos, el uno dos veces y el otro

una sola[20], pero con mucho trabajo, dificultad y peligro

porque iba de avenida, y había robado tanto la tierra

que no había por donde entrar en él, ni después de entrado por donde salir, pero allí le pasó con el favor

de Dios, y andadas cinco leguas llegó á un rio grande[21]

que llaman de Nexapa[22], que á la sazón iba muy crecido

y llevaba el agua muy turbia y hedionda; pasóle con trabajo,

porque daba el agua á los bastos y llevaba rocíala

corriente, una cabalgadura estuvo por dos veces muy

á punto de caer en medio del rio con el que iba en ella,

pero el Señor le libró y salió sin lesión alguna, aunque

muy mojado; andada después otra legua llegó al pueblo

de Nexapa, de los mesmos indios visita y Obispado,

y de muy poca vecindad, vino allí á darle de comer el guardián

de San Salvador, con el cual se detuvo en aquel lugar

todo aquel dia y noche. Hay por alli muchos murciélagos,

que de noche, si se descuidan en dejar los pies

descubiertos, suelen picar muy subtilmente, y sin sentir

sacan el bocado redondo y tras él sale mucha sangre.

Domingo once de Mayo

Madrugó mucho el padre

Comisario, y andada una legua con una noche muy obscura

se halló en un pueblo llamado Quetzaltepec[23],

Imagen 4: Quezaltepeque, foto antigua

Quezaltepeque, 1890

de los mesmos indios. Obispado y visita, donde temiendo el

agua que comenzaba á caer se recogió en una casa de

paja, y aunque salió una vez pareciéndole que era tiempo,

volvióle otra vez á la choza el agua que comenzaba

á arreciar, hasta que visto que cesaba comenzó á caminar

de propósito, y andadas dos leguas, en que se pasan

dos riachuelos, llegó al amanecer á otro pueblo llamado

Pocpan[24],

Imagen 4. Apopa

Iglesia de Santa Catarina de Apopa, 1934

de los mesmos indios, Obispado y visita : pasó

de largo, y andadas otras dos leguas y pasadas en

ellas muchas cuestas y una estancia y muchas milperías,

visita de los dominicos de San Salvador, llegó á decir

misa á nuestro convento de la mesma cibdad de San

Salvador, que está antes de entrar en el pueblo junto á

las primeras casas: salióle á recebir nuestro síndico, que

era regidor de aquella cibdad , después acudió el alcalde[25]

mayor y regimiento á verle y desculparse de no haber

salido al recebimiento , diciendo que no pensaban

que llegara tan de mañana, y que por eso estaban descuidados.

Allí comió el padre Comisario y no se detuvo

mas de hasta la tarde.

Imagen 5. Plano de San Salvador

San Salvador, 1584

De como el padre Comisario prosiguió su viage hasta entrar

en el Obispado de Nicaragua y llegar al Viejo.

Estos indios mejicanos pipiles, de quien se ha tratado,

es gente muy devota de nuestros frailes y de las cosas

de la iglesia , son dóciles , domésticos y serviciales

y llegan desde el pueblo de los Esclavos hasta el río de

Lempa , hablan la lengua mejicana corrupta, pero entiéndenla

muy bien: destos hay en aquello de San Salvador

muchos, y algunos dellos están en cargo de nuestros

frailes y acuden á nuestro convento, del cual se

dirá adelante cuando se trate de la visita de aquella provincia,

que al presente lleva mucha prisa el padre Comisario; el cual el

mesmo domingo en la tarde, once de

Mayo, habiéndole dado el síndico un mulato esclavo

suyo que le guiase hasta la cibdad de San Miguel , y le

acompañase hasta Nicaragua, salió de San Salvador como

á las tres, y pasado un arroyo al salir del pueblo, y

después muchas casas y milperias de indios, y andada

una legua de cuestas arriba, llegó á un poblecito pequeño

llamado Cotacuxca[26], de los mesmos indios y Obispar>

do, de la guardianía de San Salvador: salióle á recebir

lodo el pueblo puestos en procesión, con su cruz, y ofreciéronle

pan y granadas , pasó de largo después de habérselo

agradecido, y andada otra legua llegó temprano

á otro poblecito de los mesnios indios, Obispado y guardianía,

llamado Tetzacuango[27], donde fué recebido de la

mesma manera, y se le hizo mucha caridad y regalo:

descansó allí aquella noche y acudieron murciélagos

mordedores como los de Nexapa y mordieron á uno de

los compañeros, al cual también habían mordido otros

en el mesmo Nexapa y sacádole mucha sangre.

Lunes doce de Mayo

Salió el padre Comisario de madrugada

de aquel pueblo, y luego subió y bajó una cuesta

muy alta, pasando á la bajada muchos malos pasos,

y andadas dos leguas llegó antes que amaneciese á un

buen pueblo llamado Olocuilta, beneficio de un clérigo

de los mesmos indios y Obispado: á la entrada del pueblo

comenzó á caer un aguacero tan recio que fué menester

alargar el paso y recogerse en casa del clérigo

para poderse defender de su furia.

Imagen 6. Olocuilta, vía tejera

Olocuilta, en “El triángulo”, la venta de tortillas de arroz y pupusas, 1970

No estaba allí el beneficiado, durmió el padre Comisario en una sala

en el suelo, sobre el manto, hasta que pasó el agua y amaneció

y lo mesmo hicieron los compañeros. Había por aquellos

pueblos gran hambre, y para remediarla algún tanto

comían los indios de unas hormigas grandes[28] que

hay en aquella tierra, las cuales vio el padre Comisario

aquella madrugada en Tetzacuango, y que andaban los

indios con lumbre á caza dellas para comerlas y venderlas

en los tiánguez.

Siendo ya de día salió el padre Comisario el mesmo

lunes de aquel pueblo, con una agua menuda, y pasadas

muchas cuestas y barrancas, y andada legua y media

llegó á un pueblo pequeño llamado Tacpan[29], de los mesmos

indios y Obispado, visita del mesmo clérigo; pasó

de largo y bajadas muchas cuestas de no muy buen camino

y pasado un rio, llegó á otro pueblo, visita también

de clérigos, de los mesmos indios y Obispado, llamado

Xalotzinagua[30], media legua de Tacpan: pasó también adelante,

y por un camino llano y por unas dehesas y prados

muy vistosos de la costa del mar del Sur, llenos de ganado

mayor, andadas tres grandes leguas en que se pasan tres

rios, el uno de los cuales es grande y se llama Xiboga[31],

y un arroyo con que se riegan los cacautales, llegó el

padre Comisario á otro gran pueblo llamado Santiago Nonalco[32],

de los mesmos indios y Obispado, beneficio de otro

clérigo, el cual no estaba allí, pero en sabiendo su llegada

vino por la posta aquella tarde y le regaló mucho,

y hizo mucha caridad, que era muy devoto; detúvose

allí el padre Comisario todo aquel dia. Junto al pueblo de Tacpan.

sobredicho, cerca del mesmo camino, ala

banda del Norte, hay un pedazo de tierra en una hondura

tan profunda é inaccesible, que es imposible llegar allí

cosa viva sino fuese por milagro, Llamánle los vecinos

de aquella comarca la tierra Santa, pero ninguno habrá

tan desesperado que quiera sacar reliquias della, porque

será imposible salir con ello.

Imagen 7. Santiago Nonualco

Santiago Nonualco, 1920

Martes trece de Mayo

Salió el padre Comisario de

aquel pueblo muy de madrugada, y andada legua y media

en que se pasan dos arroyos, llegó muy de noche á

otro pueblo llamado San Juan Nonalco, de los mesmos

indios. Obispado y visita; pasó de largo, y pasado otro

arroyo y algunas barrancas, y andada media legua, llegó

antes que amaneciese á otro pueblo grande de los mesmos

indios, Obispado y visita, llamado Zacatecoluca, en

que residen algunos españoles, junio al cual á la banda

del Norte está un volcan muy alto llamado de Zacatecoluca[33].

Pasó el padre Comisario también de largo por aquel

pueblo, y caminando por un atajo llegó aun de noche á

una estancia que se dice de Lobo, en la cual anduvo perdido

un buen espacio de tiempo, y se detuvo otro tanto

en pasar un atolladero porque estaba malo y dificultoso.

El camino de aquel atajo y aun todo el que el padre Comisario

llevó desde San Salvador hasta allí no se puede

andar en tiempo de invierno por las muchas aguas, ciénagas

y rios, y asi á la vuelta, que era este tiempo,

echó por otra parte, como después se dirá. Pasado el atolladero

sobredicho y aquella estancia, salió al camino

real, y pasadas otras algunas estancias y cinco ó seis arroyos

y un riachuelo, llegó alto ya el sol, al rio de Lempa,

cuatro leguas de Zacatecoluca. Es aquel rio poderosísimo,

críanse en él muchos y muy disformes lagartos;

pasóle el padre Comisario por una barca que halló á punto,

y subida después una cuesta y pasadas unas casas ó

venta que están junto al mesmo rio, prosiguió su viage,

y andada legua y media, en que se pasan algunas barrancas

y dos riachuelos, llegó muy cansado y fatigado

del sol á un poblezuelo del mesmo Obispado, visita de

clérigos, llamado Oxucar[34], donde ni hubo que comer ni

aun agua que beber, sino mala y hecha un caldo. Los indios

de aquel pueblo y de otros muchos de aquella comarca

hablan una lengua llamada potona, diferente de

la pipil, y desde allí hasta un pueblo que se dice Eleuayquin,

es tierra muy fértil y abundante de cacao, algodón

y maíz, y tanto que de ordinario acude cada hanega de

sembradura con ciento y sesenta y más: corre aquella

tierra por la costa del mar del Sur, y hay por allí muchas estancias de

ganado mayor. Pasada con mucho trabajo

la siesta y furia del sol en aquel pueblo de Oxucar,

prosiguió su camino el padre Comisario, y andadas dos

leguas largas, con un sol que abrasaba las entrañas, llegó

á un pueblo mediano de los mesmos indios potones

y de la mesma visita de clérigos y del mesmo Obispado,

llamado Auacayo[35], donde se le hizo mucha caridad y regalo.

Miércoles catorce de Mayo

Salió de madrugada de

Auacayo, y andada media legua pasó por otro pueblo de

los mesmos indios. Obispado y visita, llamado Xiquilisco[36],

y andadas después dos leguas y media de camino

llano, llegó á otro llamado Ozolutlan[37], de los mesmos indios,

visita y Obispado; pasó de largo, y siendo aun de

noche y no pudiendo vencer el sueño, se recostó en el

mesmo camino, el suelo por cama, y durmió un poco,

luego volvió á su tarea, y andada media legua, pasó de

largo por otro pueblo llamado Santa María, de los mesmos

indios, visita y Obispado. Junto á este pueblo, una

quebrada ó barranca en medio, está otro poblezuelo de

indios que hablan la lengua mexicana y es visita de

nuestro convento de San Miguel y cae en el mesmo Obispado

y llamase “Los Mexicanos’’[38]. También pasó por este

de largo el padre Comisario cuando ya amanecía, y

andada otra media legua, pasó por otro de indios potones

llamado Ereuaiquin[39] , del mesmo Obispado y de la

guardianía de San Miguel; y finalmente, andada otra legua

en que se pasan dos arroyos, dejando la cibdad de

San Miguel á la banda del Norte, una legua apartada del

camino, llegó á otro pueblo de los mesmos indios potones,

Obispado y guardianía, llamado Xiriualtique[40]; estaban

los indios en sus cacaua tales, pero sabida su llega551

da acudieron luego algunos y diéronle de comer pargos

frescos, pescado muy regalado en aquella tierra.

En aquella guardiania de San Miguel, demás de aquel

pueblo llamado como dicho es Xiriualtique, hay otros

muchos cuyos nombres se acaban en el mesmo consonante,

pénense aquí porque al poeta que los leyere no

le falten consonantes para alambique, alfeñique, pique y

repique y otros. Los pueblos son los siguientes: Amanlique,

Zapatique, Cingaltique[41], Golacatique, Culuantique,

Chapeltique, Yayantique, Langatique, Lolontique, Quinlocatique,

Torotique, Tocorrostiqne[42], Valamatique, Vaxcatique,

Xauatique[43] y Vaymetique. En este último, según

contó fray Alonso de Sonseca, el diílnidor que

iba con el padre Comisario, el cual había sido guardián

allí en San Miguel, hay gran suma de palomas

como las de España, las cuales en el verano van á comer

á unos zacatales ó herbazales de la semilla que llevan,

que parece á la avena, y después de hartas se van á

sestear sobre los árboles; acuden allí los indios en la

mayor fuerza de el sol y vánlas ojeando y espantando, y

ellas huyendo poco á poco de árbol en árbol llegan á la

sabana donde no hay árboles y caen allí cansadas entre

las yerbas y cógenlas los indios vivas: caza por cierto

muy vistosa y no menos provechosa.

Aquel mesmo miércoles en la tarde, catorce de Mayo,

pasado un buen aguacero salé el padre Comisario de

Xiriualtique como á las cuatro, y andadas cinco leguas,

las tres deltas y más por camino llano , por unas sabanas

bien cerca de un volcan muy grande que llaman de

San Miguel, llegó á las diez de la noche á otro pueblo

pequeño de los mesmos indios. Obispado y guardiania,

llamado Elenuayquin, donde el guardián do San Miguel

y el de otro que se dice Nacaome[44], le recibieron con mucha

solemnidad. Salieron los indios á aquella hora en

procesión con cruz y ciriales y con candelas blancas encendidas

en las manos.

Imagen 8. Ruta de Fray Alonso Ponce

Fuente: elaboración hipotética basada en el relato

Notas:

[1] Todas las notas al pie de página y las imágenes de referencia han sido creadas o insertadas por Julio Martínez, para popularizar un texto que, generalmente es una lectura de estudiosos y académicos humanistas.

[2] Xal, atl Patlahuac: El río Ancho, actual municipio de la zona oriental de Guatemala conocido como Jalpatagua.

[3] El sitio debe su nombre a la esclavitud que Pedro de Alvarado hizo de los xincas en este lugar, para luego proseguir al actual El Salvador “…estos indígenas fueron los primeros esclavos formalmente hechos por los conquistadores, en el paraje que actualmente lleva ese nombre precisamente, por su patriótica defensa y obstinada resistencia ante el conquistador”. Tesis La influencia de los juguetes bélicos y juegos violentos en la conducta de los estudiantes de la Escuela Oficial de Párvulos, aldea Los Esclavos, municipio de Cuilapa, Departamento de Santa Rosa, 2013: 25 Solares Solares, C., USAC, Guatemala

[4] En realidad, no pudo lograr de inmediato su visita a Sonsonate

[5] Son las primeras lluvias de invierno, que generalmente comienza en las dos primeras semanas de mayo. Este invierno parece iniciar con un pequeño temporal, como veremos adelante.

[6] “El Melonar” se encuentra ubicado entre Jalpatagua y Valle Nuevo, flanqueado por la “Finca Agua tibia” y “El Coyol”

[7] Ahuachapán actual, el río referido es el Río Paz, a quien Pedro de Alvarado llamó también “Pasaco”

[8] Seguramente la actual Laguna del Espino

[9] Ahuachapán actual

[10] La tradición artesanal en cerámica, se ha perdido, la llegada del café ha logrado que muchas artesanías sean en madera, la cuál se trabaja muy bien en la producción de sillas, mesas, lámparas y otros utensilios.

[11] Atiquizaya: Lugar de muchas aguas, Lugar de ríos o manantiales

[12] Chalchuapa, Lugar del Jade

[13] Jícaras o morros

[14] Chalchuapa, ha sido evidenciado en diferentes textos como un pueblo con negros.

[15] Ayotes

[16] Nombre originario: Sihuatehuacan, o lugar de sacerdotisas

[17] La sierra Apaneca-Ilamatepeq

[18] Los ausoles, ahora explotados por la Geo como fuente de energía eléctrica

[19] Actual pueblo de Coatepeque, sobre la carretera antigua a Santa Ana

[20] Quizás el Río de Amayo y el Río Sucio, ambos cruzan actualmente la zona

[21] Río Sucio

[22] Nejapa se ubicaba entonces cerca de Opico, mueve posteriormente su ubicación a la actual en el año 1658, en una de las erupciones del volcán Quezaltepeq, Jabalí o San Salvador.

[23] En aquella época, Quezaltepeque, estaba al norte de Nejapa.

[24] Actual Apopa

[25] ¿Gómez de la Reguera?

[26] Cutacuzcat, actual San Marcos, uno de los tres pueblos Texacuangos junto con Santo Tomás, y Santiago.

[27] Posiblemente Santo Tomás o Santiago

[28] La interpretación de Fray Alonso, es que los indígenas comían zompopos de mayo u hormigas chicatanas, porque no tenían como alimentarse, sin embargo la ingesta de insectos era y sigue siendo aun, una costumbre de los pueblos mesoamericanos, aunque ya en El Salvador, no se comen (abiertamente)

[29] Talpa

[30] Media legua delante de Talpa, un pueblo ya extinto

[31] Río Jiboa

[32] Nonualco

[33] Chichontepec, también llamado Iztepeque

[34] Oxucar ya es pueblo extinto

[35] Hoy Finca y Cantón Aguacayo, al oeste de Jiquilisco en Usulután

[36] Jiquilisco

[37] Usulután

[38] Uno de los tres pueblos de indígenas mejicanos establecidos en el territorio, como resultado del asentamiento de los acompañantes de Pedro de Alvarado. Los pueblos llamados Mejicanos se encontraban en Sonsonate, San Salvador y San Miguel.

[39] Ereguayquín

[40] Pueblo ya extinto, no corresponde a “Sirigualtique” antiguo nombre dado al actual Puerto El triunfo

[41] Actualmente un cantón de Chapeltique

[42] “En el cantón El Maguey, a 1k al Sur de Guatajiagua, están las ruinas de Potorrostique o Tocorrostique, pueblo lenca que en 1549 tenía .unos 850 habitantes”. Alcaldía municipal de Guatajiagua, 2020: 5

[43] Probablemente un pueblo extinto en el área protegida Chaguantique, en Jiquilisco, Usulután

[44] Honduras

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